PARROQUIA ALFREDO PACHECO MIRANDA cuya capital es San Joaquín de Turmero, situada del lado norte de la Intercomunal. Entre la Estación de bombeo de Hidrocentro (La Providencia) y los límites con Urb. San Jacinto de Maracay (Rio Madre Vieja)
Hemos resaltado los epónimos nacidos en Aragua.
Breves rasgos de Alfredo Pacheco Miranda:
Era natural de Turmero, nace el 9 de julio de 1888, hijo de José Pacheco Lugo y la sansebastianera Marta Miranda Cabeza de Vaca, sobrina nieta del Precursor Francisco de Miranda. Contrae nupcias con Teresa Lugo, de cuya unión nacen sus hijos Alfredo, José, Dilia, Elvia, Mary, Yolanda, Andrés, Alais y Teresita.
Como empresario cinematográfico fundó en 1914, en un anexo de su vivienda, el Cine Libertador por el cual luchó hasta el fin de sus días. Luego se llamaría el Cine Capítol. Su preocupación por ser un hombre útil a su pueblo, lo llevo a instalar la luz eléctrica a Turmero, bajo el asesoramiento del Ing. Carlos Pacanini; desplazando así los faroles utilizados desde la colonia. También impulsó la construcción de la Casa de los Nueve Pilares (sede de los poderes públicos municipales en aquel entonces), servicios cubiertos con la misma planta que suministraba el fluido a la sala de proyecciones.
Alfredo Pacheco Miranda siempre luchó por los intereses del pueblo en su calidad de Defensor de Presos Pobres e Intendente de Tierras Baldías.
Este personaje se destacó como escritor, periodista y orador de correcta elocuencia. En su juventud, fundó el periódico "El Jején" y también "El Impulso" bajo el seudónimo de Capitán Veneno escribió crónicas en periódicos como El Universal, Nuevo Diario, La Esfera y otros de la época. También tuvo una destacada actuación como escritor, es el autor del Escarabajo de Esmeralda y Triunfo de Silvano. Escritas en prosa y dueño de una extraordinaria fuerza expresiva, que le consagra como orador.
Desempeñó varios cargos públicos en el Ejecutivo del Estado Aragua, y ocupó una Curul en el Congreso Nacional por el Estado Aragua. Precisamente se destacó porque promovió el Decreto de Expropiación de las tierras del General Juan Vicente Gómez, estas tierras todas pasaron a ser propiedad de la Nación, siendo asiento de innumerables barrios e industrias en nuestra entidad.
El 20 de abril de 1936 en aquel discurso memorable en el Congreso Nacional, expresó una frase lapidaria que estará vigente hoy y siempre: “de hoy en adelante gobierno que no trabaje a la luz de la opinión no podrá existir”.
Alfredo Pacheco Miranda estaba claro de su papel como parlamentario al pedir la confiscación de los bienes de la sucesión Gómez para que pasasen al patrimonio de la nación y fueren entregados a los campesinos, dicha proposición fue aprobada. Más allá del hecho debemos significar la profundidad de su planteamiento. Pacheco Miranda habló con el corazón en la mano, habló como un auténtico hombre que ama a su tierra, dijo: “Vengo a cumplir una misión patriótica, la de exponer la necesidad ingente de mi pueblo y pedir su inmediato y eficaz remedio…”, y señaló a mi juicio, lo que es la clave para ejercer exitosamente una representación popular, es el amor por el terruño, la identificación con su pueblo. Una de sus frases lo resume todo, es la siguiente: “He nacido y vivido en Aragua; y ello me brinda la ocasión de haber palpado la realidad que confrontamos”.
No obstante todo su historial favorable, debemos admitir que no todo fue perfecto en su vida, Alfredo Pacheco Miranda en la época Gomecísta ejerció cargos públicos y fue beneficiario de favores por parte del Benemérito, y quien se oponía le salía exilio o cárcel.
En su honor la Asamblea Legislativa regional escoge su nombre como epónimo de esta parroquia foránea del municipio Santiago Mariño, decisión que se publica en la Gaceta Oficial del estado Ara-gua (extraordinaria) N° 627, correspondiente al 16 de diciembre de 1997; ámbito territorial donde convivía una población estimada en 32 mil habitantes, esparcidos en 22 comunidades.
Su deceso se produce el 21 de enero de 1940.
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