Introducción
El
trabajo se refiere a lugares, mitos y leyendas del Turmero colonial, pretende divulgar los hechos históricos,
costumbres y tradiciones de Turmero con la finalidad de que se registren los
acontecimientos del pueblo en el tiempo y el espacio, de manera que se legue a
las nuevas generaciones y se convierta en un referente cultural que contribuya
a la identidad ciudadana, pero sobre todo al arraigo y amor por Turmero.
En
su primera parte a divulga un conjunto
de lugares referenciales donde han transcurrido hechos de interés histórico-cultural
para el pueblo, en segundo lugar se
describen una serie de leyendas acaecidas en el tiempo, mayoritariamente sido narradas por
sus actores y por último se señalan algunos mitos del pueblo como expresión de
hechos cotidianos ocurridos.
La
información ha sido recogida a través de referencias bibliográficas de investigadores que tratan el
tema, vivencias de la comunidad y experiencias propias.
Obviamente
que, no se puede abarcar toda la temática, solo se dejan unos referentes
históricos que pueden servir para incentivar investigaciones posteriores donde
estos elementos se enriquezcan y amplíen.
Lo
importante radica en sistematizar estas informaciones para que se leguen a las
generaciones futuras, sepamos el origen y raíces de nuestra historia,
costumbres y geografía local.
Las
Memorias Históricas Digitalizadas de Turmero conforman un reservorio
geohistorico imprescindible para los investigadores e interesados en estos
temas cuyo propósito radica en registrar por siempre los hechos acontecidos
en la ciudad.
Presentación
Hablar
de lugares mitos, y leyendas de Turmero resulta muy atractiva, es develar
hechos, ocurrencias y situaciones vividas que son espeluznantes y dan miedo,
cosas propias de un pueblo, donde todo se sabe y se dice. Hay muchas leyendas, me
refiero la sayona que se utilizaba para
que todo el mundo se recogiera en su casa mientras los grandes saltaban cercas
e introducían en casas para saborear la noche. También, resultaba muy normal
hablar del carretón, nadie se atrevía a
asomarse a la ventana por miedo a quedar espantado. Resulta curioso las
personas que se perdían en la Plaza Mariño, unos dicen que se trataba de un
encanto, pero se sabía, que eran personas que se pasaban de traguitos y daban
vueltas sin control alguno del exceso etílico. Al fin no se sabe de qué trata,
lo cierto es que la gente se pierde en la Plaza Mariño y aparece en la Aduana o en la Plaza
Villacastin, vaya usted a saber, porque a mí, me ocurrió una vez.
Los
turmereños son muy habladores, les gustan los cuentos, los dime y diretes que surgen
de las conversaciones del vecino, el
amigo y hasta de un familiar, hay mucha chanza entre los niños, los jóvenes y
adultos, eso sí, siempre con respeto. Todo forma parte de la tradición y
costumbre del pueblo, aunque muchas veces se sube de tono, nunca se pasan del
límite.
Si
quieres estar bien informado del acontecer del pueblo, debes irte a la Plaza
Mariño, ahí te enteras de todo, la gente le sacan los trapitos del sol, ahí
sabes a quién dejo la novia, cómo se
explica que sutana esté tan gorda, será qué está embarazada, y de quién. Bueno,
cuídese porque caer en la lengua de un turmereño es delicado.. Je..ja..je..No
se preocupe, no pasa de una simple echadera de broma.
Lugares del Turmero colonial
Inmueble construido en
1885 por decreto del presidente Joaquín Crespo y proyectado por Juan Hurtado
Manrique. De pequeñas dimensiones, su construcción de mampostería, es de estilo
neogótico, presenta en su fachada norte una torre campanario de base cuadrada
terminada con una esbelta cúpula piramidal de base octogonal rematada en un
pináculo. Las fachadas laterales presentan ventanales rematados con arcos
ojivales y en cada una de estas fachadas el acceso a la nave con la misma forma
que las ventanas y con grandes portones de madera. El presbiterio, en forma de
ábside, presenta contrafuertes con pináculos y como toda la construcción con
todos los elementos decorativos del estilo neogótico.
La cubierta de madera
es a dos aguas recubiertas de tejas planas. Internamente presenta una sola nave
cubierta por un plafón de machihembrado de madera en forma de bóveda ojival.
Desde la nave se accedía a la torre campanario por una pequeña escalera hoy
desaparecida.
La Antigua Casita del Agua, esta ubicada en el cerro o Capilla
El Calvario, se convierte en un mirador
natural que abarca su vista hasta el
Lago de Valencia, pero si continua escalando hasta llegar al Cerro El Picacho
será una aventura inolvidable. Desde este lugar se puede apreciar todo los
cambios urbanos que se han producido en
los últimos años, sobre todo la ocupación de las antiguas haciendas y campos
agrícolas. Al bajar de La Capilla El Calvario se pueden visitar, en la falda
del cerro,los restos de las ruinas
de las antiguas Minas de cal.
Francisco
“Pancho” Rodriguez agrega: El Santuario de la Colina,en el extremo oriental de
la calle Mariño, donde se acaba la tierra plana y se asoma el sol en cada
amanecer, existe una elevación que los turmereños llaman El Calvario, sitio
donde acaricia una brisa distinta y los sueños parecen adquirir vida. Del
inexorable paso del tiempo, rescato de su escondrijo un puñado de recuerdos
suficientes para articular este palmarés histórico-religioso, de la pequeña
montaña.
*El
19 de febrero de 1814 una fuerza patriota al mando del teniente Aurelio
Escauriza derrota en la colina del Calvario a fuerzas ligeras del ejército de
Boves, que se habían replegado en ese sector En las escaramuzas fallece el
citado oficial turmereño.
*Entre
los años 1853 y 1861 estaba al frente de la parroquia el Presbítero José Juan
García, que acostumbraba hacer excursiones al Calvario y allí relataba a los
niños la proeza del teniente Aurelio Escauriza. Un día pidió a los pequeños un
escrito descriptivo del episodio, el premio al ganador era un traje de
monaguillo, que le fue adjudicado al menor Antonio Ramón Silva, que lo estrena
un 2 de febrero. En el devenir de los años Antonio Ramón Silva se hace
sacerdote y periodista, junto a Juan Bautista Castro, José Antonio Espinoza y
Nicanor Rivero funda el diario La Religión; como clérigo fue Obispo de la
Diócesis de Mérida
*
El 31 de mayo de 1881, el Presbítero Francisco J. Arato (natural de Padua,
Italia) bendice y consagra en El Calvario una capilla que había dejado
inconclusa el padre Gregorio Rodríguez; medía 19 metros de largo por 8 de
ancho. En ella se celebraba el culto católico conocido como viacrucis.
*En
correspondencia fechada 29 de septiembre de 1896, el Presbítero Antonio M. Imaz
y Peña se dirige «Al Muy Ilustre Concejo Municipal del Distrito Mariño», en los
siguientes términos.
«Llevándose
a feliz término la obra del camino del Calvario, estableciéndose con ella la
base que constituya magnífico Boulevard en el que, encima de La Capilla, se
extiende hasta el sitio denominado El Cotoperí, dominante, que permite recrear
la vista en los hermosos valles de Aragua y riberas de la gran laguna de
Tacarigua. El paseo sería de grandísima utilidad para el pueblo pues
constituiría «atracción, hallándose falto de otras aversiones, siendo por tanto
para sus vecinos recreo que, en los domingos y días de fiestas, disipará los
sinsabores acumulados en la semana. Al mismo tiempo que distracción para los
fuertes, sería para los débiles ejercicio corporal que aumentara las fuerzas y
restableciera la salud, conviniendo por lo tanto por todos estos respectos
desmontar el cerro y cruzarlo de caminos que, con poco dinero es bien fácil
hacerlo, ya que lo más difícil está hecho, el camino carretero hasta la
capilla. El firmante espera que sus esfuerzos por buscar comodidades,
diversiones y paseos saludables al pueblo no se estrellarán ante obstáculo
alguno en esa ilustre Cámara Municipal en que el pueblo a quien representa,
tanto confía. El cura. Presbítero Antonio M. Imaz y Peña».
*
En el año 1925 la Capilla del Calvario se encontraba muy deteriorada y sin
techo, siendo reconstruida a sus expensas por don Antonio Díaz González,
turmereño de corazón que había formado hogar en este pueblo, al lado de su
esposa Josefina Martínez Rui de Díaz González, dotándola de una preciosa imagen
en porcelana de la Virgen del Carmen.
*
En los años finales del gobierno del Benemérito Juan Vicente Gómez, la capilla
es echada a tierra para construir en su espacio el estanque de agua del
Acueducto Modelo Turmero-Cagua; el potable líquido fluía desde el embalse de
Vega Grande, que represa las aguas del río Paya y subía por gravedad, filtrada
y clorificada en la sala de tratamiento, que estaba donde hoy tiene su sede
Hidrocentro. El arancel mensual cobrado a los usuarios del servicio era de
cinco bolívares. Este tanque todavía funciona y los turmereños lo conocemos
como «la caja de agua», El Presbítero J. Ignacio Rincón rescata del abandono y
el olvido las campanas de la derruida capilla y, en correspondencia fechada el
21 de febrero de 1939, se dirige a la Cámara Municipal. La Caja o Casa de Agua,
en el cerro El Calvario de Turmero
«Hace
una temporada vengo pensando en cambiar las campanas que se usan en la torre
del templo, por hallarse éstas rotas y ser poco oídas en la población, por
otras tres nuevas que se usaron en la capilla del calvario y que actualmente
están en esta casa parroquial. Pero teniendo otros trabajos en el templo, para
los cuales se está recogiendo pequeñas cantidades entre los fieles y dada la
mala situación que aún perdura, sería demasiado penoso forzar la buena voluntad
de los fieles aún más. Por lo cual acudo a ese Ilustre cuerpo pidiéndole me
ayude, si lo tienen a bien, con sesenta bolívares (Bs. 60,00), que es lo que me
cobra el señor Natividad Magallanes por bajada de las actuales campanas y
montura de las nuevas. Anticipo mi reconocimiento.
*El
Presbítero J. Ignacio Rincón rescata del abandono y el olvido las campanas de
la derruida capilla y, en correspondencia fechada el 21 de febrero de 1939, se
dirige a la Cámara Municipal.
«Hace
una temporada vengo pensando en cambiar las campanas que se usan en la torre
del templo, por hallarse éstas rotas y ser poco oídas en la población, por
otras tres nuevas que se usaron en la capilla del calvario y que actualmente están
en esta casa parroquial. Pero teniendo otros trabajos en el templo, para los
cuales se está recogiendo pequeñas cantidades entre los fieles y dada la mala
situación que aún perdura, sería demasiado penoso forzar la buena voluntad de
los fieles aun más. Por lo cual acudo a ese Ilustre cuerpo pidiéndole me ayude,
si lo tienen a bien, con sesenta bolívares (Bs. 60,00), que es lo que me cobra
el señoNatividad Magallanes por bajada de las actuales campanas y montura de
las nuevas. Anticipo mi reconocimiento. Pbro J. Ignacio Rincón
*En
el quinquenio de la Gran Venezuela (1974-1979) se construye en El Calvario un
segundo estanque de almacenamiento, infraestructura que corresponde a obras del
Acueducto Regional del Centro.
En
estos tiempos finiseculares, en la Colina del Calvario confluyen la soledad y
el pasado en torno a las instalaciones hidráulicas, realizadas en desemejantes
regímenes. El sitio no tiene —por abandono— el encanto visionado por el devoto
de la naturaleza que fue el padre Imaz y Peña, aunque después de muchos
años tienen vigencia las sugerencias conservacionistas del Prelado, esbozadas
en su poética misiva. Obras que se emprendan en ese recodo de la geografía
turmereña, como la reedificación de la capilla, bancos, miradores, etc., sería
un homenaje a la creación, a la madre tierra y al hombre y una forma de
mantener a raya, a potenciales depredadores de los recursos naturales. Son
ideas e inquietudes que trasegó a los organismos públicos, encargados de la
protección ambiental y el equilibrio ecológico.
La Calle Real de Turmero
La Calle Real de
Turmero se llama en los momentos
actuales Calle Mariño, según dicen los lugareños que el nombre se debe a que en
esta calle, vivían las personas de más alta cuna del pueblo, la llamada realeza
local, los más pudientes del pueblo. Se considera, como su nombre lo dice, la
calle mas importante del pueblo para su época, a partir de ella surgen las
demás calles. En definitiva era el nucleo principal del pueblo. En todos los
pueblos hay una calle Real que la asocian con la clase social mas pudiente para
ese momento histórico.
La Aduana se ubica al
noroeste de la ciudad, a la salida hacia Guayabita,fue un paso obligado entre
la costa ( Chuao) y Turmero, se dice que los maleteros transitaban un camino
que cruza cruza buena parte de la selva del Parque Nacional Henri Pittier, data
de la época de la colonia y fue ampliamente utilizado por contrabandistas,
quienes a través de esa vía llevaban dentro de sus maletas telas, licores y
curiosos objetos para comercializarlos mediante el trueque con los esclavos de
la vieja hacienda cacaotera, los cuales, a través de acciones ilícitas usaban
el producto de la cosecha, es decir el 'mejor cacao del mundo' como moneda para
hacer efectivos tales intercambios comerciales con estos mercaderes no
autorizados por la corona, también llamados 'Los Maleteros'.
Actualmente, el sendero
es usado -en muchísimo menor proporción- para transportar cosechas,
principalmente café, plátanos, cambures (bananos), frijoles, tubérculos y cacao
en arreos de mulas que llegan a polvorín con sus cargas
Finca agrícola o
ganadera: tiene una vasta hacienda de reses vacunas. Ganado, conjunto de
animales que se posee: la peste ha menguado su hacienda.La actividad principal
es la actividad pecuaria, y se ubica en la prolongación de la calle
Urdaneta,cerca de la Revenga, donde hoy se encuentra el edifico de la Alcaldia
de Mariño y la Urb. Valle lindo
El Torreón de San Pablo
El Torreón de San Pablo
se ubica en la Antigua Hacienda de Harry
Ganteum,al sureste del pueblo, se trata de una chimenea que aún conserva sus
rasgos coloniales, era un lugar donde se
procesa la caña de azúcar para transformarla en panela de papelón, aguardiente,
guarapo o jugo de caña con fines comerciales. Esta transformación de la caña de
azúcar en aguardiente se realizaba con una tecnología muy rudimentaria; el
subproducto en cuestión se utilizaba para el consumo interno y los sembradíos
de caña no tenían grandes dimensiones. En el referido siglo no existían las
costosas instalaciones de trapiches, ingenios y pailas para la hechura del
papelón ya que las mismas eran onerosas. Se utilizaba para ese entonces, una
técnica introducida por los españoles, que consistía en molinos de piedras
movidos por bestias o por ruedas hidráulicas y en las cuales se introducía la
caña una vez troceada.
En los terrenos donde
se encuentra el “Torreón” se ubica actualmente el Conjunto Residencia “El
Torreón de San Pablo”, asumiendo el mismo nombre que llevaba anteriormente. El
Torreón representa el auge de la Venezuela agraria rural en contraste con los
Edificios que están al fondo que son símbolos de la Venezuela Urbano-Petrolera
La acequia es un canal
por donde se conducen las aguas para regar. El uso principal es el riego del campo y la
utilización de los planos y niveles del terreno para la distribución y
conducción del agua, por lo que suelen distribuirse en ramales. Pero también eran
utilizadas para lavar ropa a mano con el agua corriente. La acequia de Turmero
atraviesa por la calle Bolívar, Mariño, por la capilla de Santo de Niño de
Atocha en Villacastin y termina en la hacienda Villegas
Es cierto que ya no hay
en el pueblo quien necesite de su uso; las lavadoras automáticas y las
secadoras son de uso común en las casas, sustituyeron esa tradición.
El Filtro de agua
EL Filtro de agua del
pueblo de Turmero data de 1936, en ese lugar había unas turbas donde se
procesaba el agua que venía de la subcuenca del rio Paya. Se ubica entre la
calle Bolívar y la calle Ribas de Turmero. Actualmente se encuentran las
oficinas administrativas de Hidrocentro. El terreno era propiedad de la Iglesia
En el régimen
gubernamental del General Guzmán Blanco se da inicio al plan ferrocarrilero de
Venezuela con la llegada del ferrocarril alemán, luego ferrocarril de
Venezuela, construyéndose rutas a diferentes sitios del país, entre estos el
tramo Caracas-Valencia, donde este municipio es favorecido por la instalación
de tres (03) estaciones de carga y descarga. Era una estacion para cargar y
decargar pasajeros y productos del
campo.
Agregamos que había la estación
de Cagua, a un costado del parque Agustín Codazzi y la de Gonzalito o
Providencia en plena Avenida Intercomunal
Por lo general , en los
Mabiles no se cobra entrada sino que se cancela una cuota por pieza de baile.
Un cobrador pasa recogiendo 25 céntimos ante de comenzar el baile, que por lo
general arranca a las 9:00 pm el dinero se utiliza para pagar a los músicos.
Son una alternativa popular para aquellos que no pueden disfrutar los lujosos
salones de bailes y reunión de la clase alta. Se llamaba Mabiles a los
botiquines con pretenciones de burdel.
Me cuentan que esos "Maviles" o "Mabiles" eran
lugares donde habían prostitutas Francesas y de ahí venía el nombre: "Ma
Vie", que era como ellas llamaban a los clientes. Se hacían lo que
denominaban los "bailes de escote" que costaba "medio real"
por cada canción o pieza y donde se bailaba, entre otros ritmos, el merengue
"rucaneao", con grupos "en vivo". Me contaba también, que
cuando terminaba cada melodía o "pieza" salía un empleado a cobrar el
"escote" y allí, mientras el bailador buscaba el próximo
"medio" para cancelar, si soltaba su pareja, se la quitaban; y luego le
costaba "un mundo" recuperarla . "Los vivos", cuando la
dama era "muy buena" bailadora, solían colocarse en los lóbulos de
ambas orejas las monedas de 0,25; y así, cuando venía el mozo a cobrarle, no
tenía que cambiar de pareja, sino de oreja.
Dispensario de Turmero
"Josefina Martínez Rui de Díaz
González
(Ubicado
en el cruce de la Calle Mariño con la Calle Petión)
Poco antes de fallecer
le consulte al Cronista Oficioso de Turmero Francisco “Pancho” Rodríguez y dijo
que este antiguo dispensario fue
construido en un descampado ( terreno) llamado popularmente la plazoleta. Fue
inaugurado en el gobierno de Medina Angarita, eran dos humildes construcciones,
el comedor escolar Josefa María Ramos y el dispensario Dr. Pedro Buznego
Martinez. Josefa Ramos es “pepita” Ramos y Buznego un farmaceuta nombrado
medico de turmero, con un sueldo mensual de Bs. 80.
Agrega
"pancho" que Josefina Martínez Rui de Díaz González era casada con
Antonio Díaz González, Ministro de Obras Públicas de Gómez, bastante hizo por Turmero.
Actualmente en Turmero vive su hermano Chucho Díaz Martínez
Los que se perdían en la Plaza
Mariño
Se decía que en la Plaza Mariño de Turmero había un encantamiento; cuentan
que quien transitaba solo o en compañía a horas de la noche por la Alameda, al
pasar por el frente de la Estatua de Santiago Mariño perdía la noción del
tiempo y la orientación y caía en un letargo profundo dando cientos de vueltas
alrededor de un laberinto insalvable, horas más tarde terminado el hechizo, y se
encontraba en el mismo punto de partida cansado, sudoroso,asustado o también
podría ser que apareciera en la Plaza Villacastin o en Pueblo Nuevo. Pienso que
esto se debía a un exceso etílico que tenía la persona. Aunque los turmereños viejos o no tan viejos respetan esta historia
porque casi todos la vivieron, cuando la narran lo hacen con cierto temor
El carretón de Turmero
En Turmero cuentan una leyenda fantasmal, con la cual
muchos todavía amenazan a los niños desobedientes y a personas que se
encuentran vagando sin camino. Durante las noches más oscuras, recorría las
principales calles de la ciudad el Carreton, que sonaba una perolera y luego se
alejaba hacia lugares desconocidos. El origen de Esta historia es de la época
colonial y fue provocada por tantas muertes que dejó la peste negra, llamada
Cólera Morbus o vomito negro, la cual se inició en Europa. Cuentan que era tal
la desolación que no había tiempo de cargar los cadáveres, por lo que se abrían
grandes fosas colectivas, allí eran arrojados por una carreta.
Los arrieros de mula de Guayabita y
Paya
Provenientes de
Portapan o Brasen suelen verse los arriero de mulas, machos o burras cargados
de producto agrícolas ( Haciendas de Paya y Guayabita) para el comercio de
Turmero. De regreso los arrieros iban cargados de algunas mercancías adquiridas en las bodegas o mercado local.
Vicente Corrales Hombre
de leyenda, pueblerino, cargado siempre de una amabilidad natural,
permanentemente lleno de optimismo, luchador incansable, combativo colaborador,
amigo de todos, buen padre, solidario, consejero, excelente trabajador,
sencillo como la vida, fuerte como el Samán, alegre como una fiesta, recio como
el Picacho, lleno de tradición como el Lairén del pueblo de Turmero, hablador
de lo cotidiano como buen turmereño. Así
describo a Vicente Corrales o mejor como
le dicen en nuestro terruño, Cuántos turmereños no disfrutaron de las mangas de
coleo construidas con la fuerza de tus manos
que apretaban el bambú amarrado con mecate en nuestro pueblo, ningún templete se cayó, y
mucho menos talanquera, por lo menos que
yo sepa, aparte de que de vez en cuando por cosas de la tradición del pueblo se
dejaba escapar uno que otro toro que terminaba amarrado en la Plaza Mariño
después de hacer correr a todo el mundo
y mira que antes iba bastante gente a la tradición de los Toros Coleados
que se realizaban en las distintas calles de Turmero, este arte solamente lo
podíamos apreciar y ver de Fiesta
Patronal a Fiesta Patronal correspondiente
a cada 2 de febrero de todos los año, festividad
Simón Bolívar acampo en el Samán de Guere y el rio
Turmero le impido pasar
Tarde de lluvia y dolor
Viniendo de La Encrucijada hacia
Turmero nos encontramos con un sitio llamado La Cruz de Hierro, al lado de un
cerro de abundante vegetación, que en su piedemonte la tierra cubre el sueño de
miles de turmereños. Por infortunio de la vida, el I0 de septiembre de 1952,
Turmero se vistió allí de luto. Los hechos. En la tarde de ese día los
automotores avanzaban con extremada preocupación, a consecuencia de una
pertinaz lluvia que caía en toda la superficie de nuestro valle. Una camioneta
tipo ranchera, en su lento rodar, hacía el viaje de Caracas a Guanare,
transportando a cuatro religiosas de la Congregación de Las Carmelitas, que
iban a la capital espiritual de nuestro país para estar presentes en los
honores que se rendían a la Virgen de Coromoto, proclamada ese año como Patrona
de Venezuela. Ese vehículo resbala sobre la mancha mojada, para colisionar
contra un camión cargado de cerveza que se desplazaba en sentido contrario.
Luego del impacto y del ruido hondo, una realidad difícil de enfrentar: dos
monjas muertas y dos lesionadas, que junto a la choferesa son trasladadas al
Hospital Civil de Maracay, donde fallece al día siguiente otra hermana, que no pudo
recuperarse de la gravedad de sus lesiones. La otra congregacionista y la
conductora sí lograron el restablecimiento pleno de la salud. El presbítero
Trino de Jesús, que en esa fecha estaba al frente de la Parroquia Nuestra
Señora de Candelaria, solicita de la familia Reschop su colaboración para velar
los cuerpos de las occisas en su casa de habitación, situada en la esquina de
la Policía, frente a la plaza Mariño. A las once de la noche, sobre los hombros
de un pueblo afligido y del triste doblar de las campanas, que esparcían su
mensaje de dolor, desde el inicio de la tragedia, los sagrados restos son
llevados al templo de la ciudad, donde son expuestos hasta el amanecer; luego
son trasladados a Caracas para darles cristiana sepultura. Meses después del
infortunio, la señora Hercilia de Reschop tuvo el deseo de levantar una capilla
en el lugar del siniestro; pacientemente reunió el dinero necesario por
ofrendas del pueblo cristiano. Concluida la edificación, las efigies de las
fallecidas son colocadas en el altar del pequeño santuario
Documento oficial de la desgracia
El desventurado episodio quedó
anotado en la memoria escrita de la ciudad, con una sola partida de defunción,
que se reproduce en toda su textualidad: "N° 89. Ramón Guzmán, Alcalde del
Distrito Mariño del Estado Aragua, hace constar que hoy diez de septiembre de
mil novecientos cincuenta y dos, se presentó en este despacho un ciudadano que
dijo llamarse Carlos Pérez Fridensberg, mayor de edad, natural y vecino de este
Municipio, quien expuso: 'Hoy a las siete de la noche, en el sitio denominado
La Cruz de Hierro, de esta jurisdicción, falleció a consecuencia de accidente
automovilístico, la madre Isabel de la Santísima Trinidad, de sesenta y cuatro
años, dos meses y cuatro días, que era hermana Carmelita, que la causa
principal del fallecimiento fue fractura del cráneo, según certificación del
doctor Jaime Bronfenmayer, médico titular. Se ignoran otros datos'. Fueron
testigos presenciales de este acto Armando Garrido y Rubén Molina, mayores de
edad, empleados públicos y de este domicilio. Leída la presente acta, el
exponente y testigos manifestaron conformidad y firman. El Alcalde. Ramón
Guzmán; exponente, Carlos Pérez F.; testigo. Rubén Molina; el secretario, Pedro
Viana".
Epílogo
A cuarenta y nueve años de la
tragedia, ocasionada por ruedas de la muerte, construyo, por observación
in-situ, una tarde de candente sol estival, la parte final del imborrable
recuerdo. La Capilla fue demolida para dejar su espacio a un complejo
urbanístico privado; las fotos están desaparecidas y, en un pequeñísimo espacio
semejante a un closet, abierto en la pared perimetral de la urbanización, se
exhibe una placa que dice: 'Aquí, en horrible choque automovilístico acaecido
el día 10-9-52, ocurrió la tragedia que cortó la existencia de la Sup. Gral. de
las H.H.C.C. Madre Luisa Teresa del Niño Jesús. Madre Isabel y Sor Auxiliadora.
Q.E.P.D. Recuerdo de sus hijas".
Por reminiscencias de mi maestra
revenguista Elsa Josefina Reschop, me entero de que la religiosa sobreviviente
del suceso, la madre Camila, por muchos años laboró en el Colegio El Carmelo,
Los Rosales, Caracas.
Mitos de Turmero
El callejón del diablo
De entre los pocos valientes
que lo llegaron a atravesar en su momento, había un borracho que distraído por
su estado, decidió tomar el Callejón del Diablo como atajo. Tras adentrarse, a
unos metros detectó a un personaje recargado en un árbol de mango, y aunque en
un principio parecía una persona normal, de pronto un misterioso destello de
luz cayó sobre la persona y develó el terrorífico semblante de la criatura. Al
contemplar la imagen, el ebrio intentó correr, pero sus pies se quedaron
pegados al piso hasta que la terrorífica visión se desvaneció. Aparte no es lo
único que se ha escuchado, otra leyenda cuenta que un día apareció el cuerpo de
un usurero llamado Julio. Este hombre había pasado su vida persiguiendo
personas para cobrarles deudas y de acuerdo a los rumores, su muerte se debió a
un altercado que tuvo con el mismo diablo que lo estaba castigando por su
horrible comportamiento. Ya sea, que creamos o no en fantasmas, estas historias
nos permiten entender que en esta extraña y hermoso pueblo venezolano, todo
rincón tiene una historia asombrosa que contarnos. Sólo tenemos que caminar más
seguido y por qué no escuchar lo que nos cuentan los lugareños de la época
El mito de la Plaza Villacastin
José Manuel Guevara Díaz
señala que un afamado intelectual poeta,
periodista, escritor, militar, político,
legislador y cuentista turmereño, cierto día “medio en serio y medio en broma”,
como solía decir, el amigo periodista Huck Condado, alias “Superman”, creo un
personaje que llamó Pedro Villacastín y lo declaró de Turmero fundador:
“Turmero fue fundado por el conquistador castellano don Pedro Villacastín. El
año de su creación importa poco precisarlo, basta con saberse que es de los
pueblos más antiguos de Venezuela”. (1).
Luego lo ratifica, ahora menos
que formal: “Subsiste una leyenda […] en los tiempos pasados, que un núcleo de
hombres anticlericales, se dio a la tarea de amargarle la vida a cuantos
sacerdotes llegaban a desempeñar el
curato de almas de su parroquia, y que, uno de ellos […] pidió un castigo para Turmero. Dios, oyendo
las quejas de su ministro, llamó a su Santo-Poeta de la corte celestial, y le
ordenó que fuese a la villa que fundó en las tierras de Aragua don Pedro
Villacastin y le quitara la alegría jacarandosa que le había impreso el alma
española de aquel conquistador.”(2).
La gente del pueblo,
creyó estos relatos y tomó en serio la
cuestión, tanto, que en las escuelas se daba como el indiscutible fundador y en
las crónicas y clases, aparecía muy bien presentado el señor..
En el andar del tiempo,
una verdad indiscutible, el mito se convirtió y como tal se extendió, ya que la
más importante institución de la ciudad, “La Escuela Normal Rural el Mácaro”,
ubicada, unos kilómetros pasando el río Turmero en vía hacia Maracay, de donde egresaban los mejores maestros del
país, se encargó de homenajear el ahora Don Pedro Villacastin, de Turmero
“fundador” y aprovechando el día del árbol, en mayo de 1947, programaron una
plaza en su honor. ¡Sí señor, una plaza en su honor! aunque no tan grande como
aquella del grande de Don Simón.
La escogencia y siembra vegetal la dirige el
profesor José Miguel Calabria; el profesor Gustavo Morales Guerra, trazó la
plaza en un papel y luego su
construcción en el terreno escogido.
¿Y El busto que la
plaza tendrá? Como nadie conocía al dichoso Don Pedro, no sería un
problema serio para el genio del dibujo
y la escultura, el afamado profesor José
Bruguera.
Llegado el día esperado, el busto de Don
Pedro, en la plaza es colocado, con su manto protector, que al momento es quitado, por la bella
estudiante, Josefina Delgado, apareciendo a su lado la española cara de Don
Pedro Villacastin, quien, aunque nunca había existido, allí disfrutaba
lo grandioso del festín.
Sigue el discurso de
ocasión y para finalizar la cuestión,
Adelmo Ceballos dirigiendo el orfeón,
con himnos y melodías alegra aquel mediodía.
Acto como el narrado
cambia la historia reafirmando el mito que Pedro Villacastín existió y a
Turmero lo fundó. La gente mira a Don Pedro y exclama con emoción ¡Por fín
conocí al Señor!
¿Y la escuela que en
Turmerito lleva su nombre igualito? Inaugurada en tiempos de Larrazábal, 50
años celebró y el nombre no han cambiado ¿Será que no saben
que Pedro Villacastin nunca
existió, o que aceptan la versión que Victalia recogió? “que era un señor que en
Turmero vivió, educador y músico con mucho carisma,”(5), tanto que un pedestal
le pusieron en el puente de Turmero, pero,
en una crecida del río el pedestal se perdió.
Hoy en día, donde las
calles Miranda y Urdaneta interceptan la Bermúdez, está la placita ubicada con el busto de Pedro Villacastín,
manteniendo aquella mentira y cosa rara de verdad, respetado por la inseguridad.
La Placita de Tientas de
Guayabita
Emplazada en un pequeño valle e interrumpido por porciones de pequeñas elevaciones y
hondonadas y limitada al este, sur y oeste por depresiones de la fila de
“Guayabita” para formar una especie de
semicírculo natural y con su ancha abertura hacia el norte, estaba situada la
pionera explotación de toros de lidia, pura casta, conocida con el nombre de
Ganadería de “Guayabita” y propiedad de los hermanos Juan Vicente y Florencio
Gómez, hijos del General Juan Vicente Gómez, ex Presidente de Venezuela, dueño
para ese entonces de la hacienda “Guayabita” y “Chuao”, respectivamente.
Fue fundada
en 1.933, como una continuación (no como función genética) de la ganadería
media casta de la “Providencia”, situada en la misma jurisdicción de Turmero.
PARA SU CONOCIMIENTO
Los editores de las Memorias Históricas Digitalizadas de
Turmero, agradecen hacer referencia a su edición cuando cite algunas de sus
partes en los trabajos de investigación de acuerdo a las normas establecidas
para estos fines, manteniendo siempre el espíritu y contenido expresado en su
texto.
EJEMPLO DE CÓMO CITAR
LOS TRABAJOS
Rodríguez, Efrén (2018). Notas Geográficas de Turmero. En: E.
Rodríguez y NG. Rodríguez. Colección Memorias Históricas Digitalizadas de
Turmero, N° 60. Turmero, Estado Aragua (Venezuela): Edición Propia. Disponible
en: https://www.facebook.com/groups/280718592329685/482452345489641/.
EDITORES FUNDADORES
DR. PROF. EFRÉN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ efrenaugusto@gmail.com
LIC.NESTOR GERMAN RODRIGUEZ nestorgrm@gmail.com
DERECHO DE AUTOR
Esta obra se reserva el derecho de autor prescrito en la
página http://sapi.gob.ve/?page_id=116 Este derecho nace con el acto de
creación y no por el registro de la obra. Es el derecho que posee el autor
sobre sus creaciones sean estas obras literarias, musicales, teatrales,
artísticas, científicas o audiovisuales. Se considera Autor a la persona
natural (persona física) que crea alguna obra literaria, artística o
científica. Se agradece a todos los lectores ceñirse a esta disposición
No hay comentarios:
Publicar un comentario