Trazos de Turmero N° 4
CUATRICENTENARIO
(1620-2020)
La Iglesia Nuestra Señora de
Candelaria de Turmero se emplaza en el cuadrilátero histórico de la ciudad,
teniendo como núcleo organizador la Plaza Santiago Mariño, el Concejo
Municipal, el Mercado y la Jefatura Civil
o lo que antiguamente se llamaba
Justicia Mayor, hoy este lugar lo ocupa la policía estadal. A partir de estas
formas urbanas se fue organizando el centro poblado, siguiendo un patrón
cuadricular en forma lineal de norte a sur.La mayoría de los investigadores señalan
como fecha de erección de la
Iglesia el 27 de Noviembre de 1620, momento cuando Turmero
adquiere la categoría de pueblo de
doctrina, aunque de acuerdo a investigaciones preliminares el primer asiento de los libros de bautismo
data del 25 de Abril de 1650, hecho que supone del inicio de sus actividades
religiosas. Lo que si queda claro es que para ese momento histórico este hecho
constituía parte integrante el acto jurídico de la fundación del pueblo y el
surgimiento de la Iglesia.
La primera Iglesia de Turmero se
ubica en el sitio donde se encuentra funcionando actualmente la Casa Parroquial , contaba con
una nave única con una arcada que servía de separación entre el cuerpo de la Iglesia y el Presbiterio,
el cual contaba en la parte trasera con la Sacristía. Esta
Iglesia poseía una Altar Mayor y ocho secundarios, además tenía una pequeña
capilla que servía de bautisterio situada al lado derecho de la puerta
principal. Finalmente completaba esta Iglesia una torre de tres cuerpos que
posteriormente se convirtió en Campanario de la Iglesia nueva. Esta
Iglesia fue sustituida por la que se erige actualmente, su construcción se ordenó
en 1766, siendo bendecida el 23 de octubre de 1791 por el Prebistero Juan
Alvarez de Lugo. Las paredes que se levantaron en la construcción de esta
Iglesia fueron de tapia y los techos de teja roja sobre una armazón de caña
amarga, los materiales utilizados provenían de los alrededores del pueblo,
básicamente cal, arcilla, arena y piedra cuya transformación se hacían en los
hornos del pueblo cuyos relictos se pueden apreciar al final de la Calle Mariño Este, en el lugar que
suelen llamar la pata del cerro o comienzo de la subida a la caja de agua.
Esta obra fue erigida en el propio
período neoclásico del arte, su fachada ofrece en su cuerpo central tres nichos
con esculturas, destacándose la
Virgen de Candelaria, cuya expresión tosca evidencia la
influencia criolla en su acabado. Esta fachada posee una originalidad única de
incalculable valor arquitectónico, que la ha llevado a compartir con la Iglesia de Calabozo la
mayor fidelidad del arte barroco en las construcciones religiosas venezolanas, lástima
que haya sido manchada con esos colores inadecuados que le impusieron en su
facha sin criterio alguno despreciando y apartando su valor histórico.
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