MEMORIAS HISTÓRICAS DIGITALIZADAS DE TURMERO
SERIE CURUCUTEANDO LA HISTORIA DE MI PUEBLO
N° 13, NOVIEMBRE,2018, TURMERO,ARAGUA,VENEZUELA
SERIE CURUCUTEANDO LA HISTORIA DE MI PUEBLO
N° 13, NOVIEMBRE,2018, TURMERO,ARAGUA,VENEZUELA
ILUSTRE CABALLERO DEL DEPORTE
Por FRANCISCO”PANCHO” RODRÍGUEZ
Esta breve sinopsis biográfica, está sustentada en una rica colección de fotos y en la visión personal de un deportista, que desde muy joven empezó a construir su leyenda y por sus hazañas, hoy recorre con la imaginación los lugares y los episodios triunfales y anecdóticos, de su vida deportiva, extendida en el tiempo por más de cuatro décadas.
El referente de estos apuntes es Julio Francisco, un turmereño nacido el 22 de marzo de 1927, hijo de Pedro Abelardo Caballero y Aurora Jaspe. Toda su vida ha transcurrido en su ciudad natal, donde cursó como alumno ante los educadores Salomé España, José Ángel Montañez y Amalia de Olaechea.
En una fría madrugada decembrina, de patinaje en la Plaza Mariño, el aludido muchacho, que estaba en ejecución de sus habituales diabluras, fue observado por el poeta Balbino Blanco Sánchez, quien hizo este comentario: A ese carricito lo llamaremos “Maldad”.
En ese amanecer nació el personaje, desde entonces conocido por todos sus contemporáneos como Julio “Maldad”.
Por FRANCISCO”PANCHO” RODRÍGUEZ
Esta breve sinopsis biográfica, está sustentada en una rica colección de fotos y en la visión personal de un deportista, que desde muy joven empezó a construir su leyenda y por sus hazañas, hoy recorre con la imaginación los lugares y los episodios triunfales y anecdóticos, de su vida deportiva, extendida en el tiempo por más de cuatro décadas.
El referente de estos apuntes es Julio Francisco, un turmereño nacido el 22 de marzo de 1927, hijo de Pedro Abelardo Caballero y Aurora Jaspe. Toda su vida ha transcurrido en su ciudad natal, donde cursó como alumno ante los educadores Salomé España, José Ángel Montañez y Amalia de Olaechea.
En una fría madrugada decembrina, de patinaje en la Plaza Mariño, el aludido muchacho, que estaba en ejecución de sus habituales diabluras, fue observado por el poeta Balbino Blanco Sánchez, quien hizo este comentario: A ese carricito lo llamaremos “Maldad”.
En ese amanecer nació el personaje, desde entonces conocido por todos sus contemporáneos como Julio “Maldad”.
El deportista Julio “Maldad” practicó el béisbol, jugando con el Magallanes de Turmero y el Venezuela de Cagua, su posición favorita era el center field. En Volibol integró el invencible Star, un equipo que hizo morder el polvo de la derrota a todos sus rivales. En futbol militó en la oncena conocida como UDT (Unión Deportiva Turmero). Sus últimas batallas deportivas fue en el softbol, como miembro de los Piratas (Catana-Maracay).
Como anécdota Julio recuerda, que una noche arribaron a la Plaza Mariño, procedentes de Caracas, muy eufóricos porque el Star había conquistado el torneo Pedro J. Avilán, siendo detenidos por la policía local, la causa: “Irrespeto al General Bolívar”, los agentes del orden público local ignoraban que en nuestro parque, a quien se le honra es al Libertador de oriente, el General Santiago Mariño.
Buscando el pan nuestro de cada día, nuestro personaje, laboró por muchos años entre la panadería de Severiano Magallanes, en el Harás San Pablo de Harry Gante Tovar y Tabacalera Nacional, empresa donde su mismo patrón Harry Ganteaume, era fuerte accionista.
La mejor jugada de Julio, fue su matrimonio con Isabel Plasencia, con quien procreó a Robin, Julito, Gloria y Reina Liliana, quienes aumentaron la familia, trayendo al mundo a sus nietos. Hoy con su edad bien disimulada, es fácil encontrar en estas calles a la figura atlética de Julio “Maldad”, el hombre que hizo del deporte el centro de su vida; yendo y viniendo, de aquí para allá, de allá para acá, agotando las horas iluminadas por el sol. Ahora sus maldades no son acciones, son opiniones
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