Iglesia Nra. Sra. de Candelaria de Turmero Monumento Histórico
Nacional
La mayoría de los investigadores
señalan como fecha de erección de la
Iglesia fue el 27 de Noviembre de 1620, momento cuando
Turmero adquiere la categoría de Pueblo
de Doctrina, aunque de acuerdo a investigaciones preliminares el primer asiento de los libros de bautismo
data del 25 de Abril de 1650, hecho que supone del inicio de sus actividades
religiosas. Lo que si queda claro es que
para ese momento histórico estos hechos constituían parte integrante del acto
jurídico de la fundación del pueblo y el surgimiento de la Iglesia.
La primera Iglesia de Turmero se
ubica en el sitio donde se encuentra funcionando actualmente la Casa Parroquial , contaba con
una nave única con una arcada que servía de separación entre el cuerpo de la Iglesia y el Prebisterio,
el cual contaba en la parte trasera con la Sacristía. Esta
Iglesia poseía una Altar Mayor y ocho secundarios, ademas tenia una pequeña
capilla que servía de bautisterio situada al lado derecho de la puerta principal.
Finalmente completaba esta Iglesia una
torre de tres cuerpos que posteriormente se convirtió en Campanario de la Iglesia nueva. Esta
Iglesia fue sustituida por la que se erige actualmente, su construcción se
ordeno en 1766, siendo bendecida el 23 de Octubre de 1791 por el Prebistero
Juan Alvarez de Lugo. Las paredes que se levantaron en la construcción de esta Iglesia fueron de
tapia y los techos de teja roja sobre una armazón de caña amarga, los
materiales utilizados provenían de los alrededores del pueblo, básicamente cal,
arcilla, arena y piedra cuya
transformación se hacían en los hornos del pueblo cuyos relictos se pueden
apreciar al final de la Calle Mariño
Este, en el lugar que suelen llamarse la
pata del cerro o comienzo de la subida a la caja de agua o calvario.
Esta obra fue erigida en el
propio período neoclásico del arte, su
fachada ofrece en su cuerpo central tres nichos con esculturas, destacándose la Virgen de Candelaria, cuya
expresión tosca evidencia la influencia criolla en su acabado. Esta fachada
posee una originalidad única de incalculable valor arquitectónico, que la ha
llevado a compartir con la
Iglesia de Calabozo la mayor fidelidad del arte barroco en
las construcciones religiosas venezolanas, lastima que haya sido manchada con
esos colores inadecuados que le impusieron en su fachada sin criterio alguno,
despreciando y apartando su valor histórico.