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domingo, 4 de julio de 2021

Anécdotas del papa Efrén, por Efren Rodriguez

 Presentación

Vivir del recuerdo en el presente es un regalo de la vida, se muestra como transcurrió la infancia y las travesuras que hacíamos

Legar la infancia a nuestros hijos y nietos no tiene precio, siempre solía echarles estas anécdotas y ellos se divertían mucho

La infancia fue la mejor escuela de la vida y hay que legarla de generación en generación para que no desaparezcan las raíces de nuestro pasado vivido hoy.

Las anécdotas son reales, no ficticias, me ocurrieron en un pasado reciente y hoy las dejo a mis hijos y nietos para que sepan cómo vivimos la infancia.

Invito a todos mis sobrinos, nietos e hijos a releer y evocar estos momentos que mercaron la vida en momentos diferentes


 


 Dedicado a mis hijos y nietos para que recuerden nuestra infancia”

 

Anécdotas del papa Efrén

Simón el agricultor


Siempre cuando pequeño imitábamos a nuestro abuelo Simón, el oficio de agricultor, por eso decidí con Corina, que es, como una hermana para mí, estuvo casada  con mi Tío Juan, hermano de mi mama. Como lo dije, después de conseguir unas buenas semillas procedimos a sembrar el corral de la casa donde vivían ellos en Turmero, de matas de maíz. La cosecha se venía dando hermosa, ya tenían como 40 centímetros de alto cada mata, nuestra sorpresa que un  día en la mañana, que ya no existían  las matas de maíz, había ocurrido que  el chivo de Tío Francisco que vivía al lado, había saltado la cerca de alambre  y se comió todas las matas. Ese chivo los perseguimos por todos los corrales y mi Tío Francisco decidió llevárselo para evitar que lo hiciéramos en parrilla.

 


 Carlitos el oficioso y creador


Carlitos, mi hermano, siempre fue muy oficioso y hábil con su inventiva popular, una vez construyo un carro de madera, con sus ruedas, muchas veces eran de patín, otras veces de madera  y unos mecates que servía para girarla, tipo volante, obvio este carro se tenía que empujar, había  similitud con los carritos Ymca de la época. En una de esas carreras, Carlito sufrió un accidente y hubo que agárrale 8 puntos de sutura en el tobillo del pie derecho, este accidente no lo detuvo en su afán de seguir construyendo carritos de madera que se rodaban por la calle Mariño Norte, concretamente entre la calle Ribas y la Calle Camilo Torres de Turmero


El ferrocarril de la Julia

Una de las principales distracciones cuando chamo era ir en bicicleta a mirar el tren cuando llegaba a la estación de la Julia, para hacerlo había que pasar por el camino de recua entre los cañaverales , donde hoy se localiza a Valle Lindo, obvio el camino tenía mucha agua y barro, mi bicicleta , que me había regalado José Manuel Barreto, frenaba con el pedal dándole hacia atrás y en una de esas la bici… se resbalo y caí a platanazo en la tierra con saldo que me llene todo de barro y se me rompió el pantalón, con todo y ese accidente pudimos llegar a  la Estación del Ferrocarril y verlo llegar, además de oír su característico sonido de la locomotora que hacia mas o menos así…..Chuuuuuu….chuuuuuuuu…chuchuuuuuuuuu, esa era el aviso que indicaba que estaba por llegar a la Estacion. El problema mayor fue al regresar todo embarrado y con el pantalón de roto de la escuela, el único que teníamos, mi mama Juana Edita nos echó soberano regaño y nos puso sendo castigo por esta travesura.


Ilse y el Dispensario

Siempre jugábamos con nuestra sobrina Ilse María, Gilberto y La Negra la dejaban en la casa de la abuela, es decir donde mi mama Juana  Edita, en la Calle Mariño N° 44, porque ellos tenían que trabajar. Un día  tremendeando  con   Ilse, mis hermanos German, Carlos y yo ,la zarandeábamos de un lugar a otro del cuarto y ella gozaba un puyero , en uno de esos intentos se quedó colgada en las paredes de la cuna , que era convertible y con tela de huequitos y se vino en sangre, como no pudimos sacarla o desenredar el arito de la oreja de la cuna, la llevamos cargada al Dispensario que quedaba entre la Calle Mariño y Petion, allí pudieron resolver y curarla.


La Casita de Agua

Cuando solíamos subir o escalar el cerro El Picacho nos damos sendo baño en el tanque de agua que surtía  a Turmero, lo hacíamos con cuidado porque resultaba algo peligrosos, pero muchachos al fin no le parábamos a eso y nos dedicábamos a divertirnos. La  Antigua Casita del  Agua, esta ubicada en el cerro o Capilla El  Calvario, se convierte en un mirador natural  que abarca su vista hasta el Lago de Valencia, pero si continua escalando hasta llegar al Cerro El Picacho será una aventura inolvidable. Desde este lugar se puede apreciar todo los cambios urbanos  que se han producido en los últimos años, sobre todo la ocupación de las antiguas haciendas y campos agrícolas.



El carretón de Turmero

En Turmero  cuentan una leyenda fantasmal, con la cual muchos todavía amenazan a los niños desobedientes y a personas que se encuentran vagando sin camino. Durante las noches más oscuras, recorría las principales calles de la ciudad el Carreton, que sonaba una perolera y luego se alejaba hacia lugares desconocidos. El origen de Esta historia es de la época colonial y fue provocada por tantas muertes que dejó la peste negra, llamada Cólera Morbus o vomito negro, la cual se inició en Europa. Cuentan que era tal la desolación que no había tiempo de cargar los cadáveres, por lo que se abrían grandes fosas colectivas, allí eran arrojados por una carreta.

El sonido de la carreta se fue grabando en las mentes de los habitantes. El ruido de sus ruedas representaba a la muerte. Esto, naturalmente fue creando la leyenda del carretón, del extraño sonido buscando los próximos a morir. El carretón fantasma era una especie de carreta grande o carruaje en llamas, tirado por cuatro briosos caballos que relinchan y corcovean aterradoramente. Se decía que el carretero era el mismo diablo que se llevaba a los que vivían en el pecado y la maldad. Se trata de un carruaje que aparece haciendo ruido con los cascos de los caballos y las ruedas que arrastran largas cadenas y es guiada por un cochero vestido de negro y ojos rojos que produce estridentes gritos, la gente se asoma a verla desaparece, y su presencia es asociada a acontecimientos trágicos que están por ocurrir, como por ejemplo la muerte de alguna persona conocida. Volvemos a repetir, La carreta es tirada por un burro y conducida por un cochero sin cabeza. Hace mucho tiempo que no se le ve por dichos lugares pero el ruido que produce al pasar ya es característico de la zona.



A mí me ocurrió, los que se perdían en la Plaza Mariño

Se decía que en la Plaza  Mariño de Turmero había un encantamiento; cuentan que quien transitaba solo o en compañía a horas de la noche por la Alameda, al pasar por el frente de la Estatua de Santiago Mariño perdía la noción del tiempo y la orientación y caía en un letargo profundo dando cientos de vueltas alrededor de un laberinto insalvable, horas más tarde terminado el hechizo, y se encontraba en el mismo punto de partida cansado, sudoroso,asustado o también podría ser que apareciera en la Plaza Villacastin o en Pueblo Nuevo. Pienso que esto se debía a un exceso etílico que tenía la persona. Aunque los turmereños  viejos o no tan viejos respetan esta historia porque casi todos la vivieron, cuando la narran lo hacen con cierto temor

 


El espanto o fantasma  de la casa de Mariaemilia.

Una noche de juegos, echadera de broma y alegría de la Calle Mariño o Boulevard, le pedí a Mariaemilia, la esposa de mi tío Francisco, quien solía sentarse en la entrada de la puerta de la casa, a pesar de que mi casa estaba casi al lado por la premura me dejo pasar. Entre por el zaguán, pase el jardín, salude a la Sra. de servicio e inmediatamente entre al excusado. Después de vaciar la vejiga, me volví a despedir y al llegar a la puerta le pregunte a Mariaemilia, que no conocía a esa Sra., de servicio o trabajadora doméstica. Casi me regaño al decirme que ella tenía mucha fuerza y voluntad para los quehaceres del hogar y que no tenía a nadie trabajando en la casa. Yo me quede putrefacto y expectante porque realmente salude a una Señora dos veces, es decir que en la casa de mi tío Francisco salen los espantos o fantasmas.

Anécdotas sueltas

Las subidas de noche al Cerro el Picacho, el hartazón de Jobo y los dolores de estómago de las matas de la Haciendita, el juego de metras y el quiquirihuique, el juego de chapita, el caminar sobre las barandas del Boulevard de la Calle Mariño, buscar las arepas donde Vicenta Emilia, las travesuras de monaguillo con el Padre Moreno, las patinatas de madrugada en la Plaza Mariño durante las misas de aguinaldo, los juegos de fusilado, la ere, el avión

Origen de las fuentes y fotos

Tanto las fuentes o información las   y fotos son recogidas en el propio sitio donde ocurren  los hechos, es un trabajo de recopilación propio, de única autoría, prohibida su reproducción o publicación sin el consentimiento del autor, en todo caso si lo hacen deben hacer mención a la publicación

Editor fundador

Dr./Prof. Efrén Rodríguez Martínez, Correo: efrenaugusto@gmail.com, Tuist: @efrenaugusto, Instagram:@EfrenAugustoRodriguezMartinez

Ejemplo de cómo citar los trabajos

Rodríguez, Efrén (2021).Hechos, denuncias y realidades (I Parte) En: E. Rodríguez Blogs: https://turmeroparasiempre.blogspot.com/, Turmero, Estado Aragua (Venezuela): Edición Propia. Disponible en: https://turmeroparasiempre.blogspot.com/

 

Derechos de autor

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