Presentación
Vivir del recuerdo en el presente es un regalo de la vida, se
muestra como transcurrió la infancia y las travesuras que hacíamos
Legar la infancia a nuestros hijos y nietos no tiene precio, siempre
solía echarles estas anécdotas y ellos se divertían mucho
La infancia fue la mejor escuela de la vida y hay que legarla
de generación en generación para que no desaparezcan las raíces de nuestro
pasado vivido hoy.
Las anécdotas son reales, no ficticias, me ocurrieron en un
pasado reciente y hoy las dejo a mis hijos y nietos para que sepan cómo vivimos
la infancia.
Invito a todos mis sobrinos, nietos e hijos a releer y evocar
estos momentos que mercaron la vida en momentos diferentes
Dedicado a mis hijos y nietos para que recuerden nuestra infancia”
Anécdotas del papa Efrén
Simón el agricultor
Siempre cuando pequeño imitábamos a nuestro abuelo Simón, el oficio
de agricultor, por eso decidí con Corina, que es, como una hermana para mí, estuvo
casada con mi Tío Juan, hermano de mi
mama. Como lo dije, después de conseguir unas buenas semillas procedimos a sembrar
el corral de la casa donde vivían ellos en Turmero, de matas de maíz. La
cosecha se venía dando hermosa, ya tenían como 40 centímetros de alto cada
mata, nuestra sorpresa que un día en la
mañana, que ya no existían las matas de maíz,
había ocurrido que el chivo de Tío
Francisco que vivía al lado, había saltado la cerca de alambre y se comió todas las matas. Ese chivo los
perseguimos por todos los corrales y mi Tío Francisco decidió llevárselo para
evitar que lo hiciéramos en parrilla.
Carlitos el oficioso y creador
Carlitos, mi hermano, siempre fue
muy oficioso y hábil con su inventiva popular, una vez construyo un carro de
madera, con sus ruedas, muchas veces eran de patín, otras veces de madera y unos mecates que servía para girarla, tipo
volante, obvio este carro se tenía que empujar, había similitud con los carritos Ymca de la época.
En una de esas carreras, Carlito sufrió un accidente y hubo que agárrale 8
puntos de sutura en el tobillo del pie derecho, este accidente no lo detuvo en
su afán de seguir construyendo carritos de madera que se rodaban por la calle
Mariño Norte, concretamente entre la calle Ribas y la Calle Camilo Torres de
Turmero
El ferrocarril de la Julia
Una de las principales distracciones cuando chamo era ir en
bicicleta a mirar el tren cuando llegaba a la estación de la Julia, para
hacerlo había que pasar por el camino de recua entre los cañaverales , donde
hoy se localiza a Valle Lindo, obvio el camino tenía mucha agua y barro, mi
bicicleta , que me había regalado José Manuel Barreto, frenaba con el pedal dándole
hacia atrás y en una de esas la bici… se resbalo y caí a platanazo en la tierra
con saldo que me llene todo de barro y se me rompió el pantalón, con todo y ese
accidente pudimos llegar a la Estación
del Ferrocarril y verlo llegar, además de oír su característico sonido de la
locomotora que hacia mas o menos así…..Chuuuuuu….chuuuuuuuu…chuchuuuuuuuuu, esa
era el aviso que indicaba que estaba por llegar a la Estacion. El problema
mayor fue al regresar todo embarrado y con el pantalón de roto de la escuela,
el único que teníamos, mi mama Juana Edita nos echó soberano regaño y nos puso
sendo castigo por esta travesura.
Ilse y el Dispensario
Siempre jugábamos con nuestra sobrina Ilse María, Gilberto y
La Negra la dejaban en la casa de la abuela, es decir donde mi mama Juana Edita, en la Calle Mariño N° 44, porque ellos tenían
que trabajar. Un día tremendeando con Ilse,
mis hermanos German, Carlos y yo ,la zarandeábamos de un lugar a otro del
cuarto y ella gozaba un puyero , en uno de esos intentos se quedó colgada en
las paredes de la cuna , que era convertible y con tela de huequitos y se vino
en sangre, como no pudimos sacarla o desenredar el arito de la oreja de la
cuna, la llevamos cargada al Dispensario que quedaba entre la Calle Mariño y
Petion, allí pudieron resolver y curarla.
La Casita de Agua
Cuando solíamos subir
o escalar el cerro El Picacho nos damos sendo baño en el tanque de agua que surtía a Turmero, lo hacíamos con cuidado porque
resultaba algo peligrosos, pero muchachos al fin no le parábamos a eso y nos dedicábamos
a divertirnos. La Antigua Casita
del Agua, esta ubicada en el cerro o
Capilla El Calvario, se convierte en un
mirador natural que abarca su vista
hasta el Lago de Valencia, pero si continua escalando hasta llegar al Cerro El
Picacho será una aventura inolvidable. Desde este lugar se puede apreciar todo
los cambios urbanos que se han producido
en los últimos años, sobre todo la ocupación de las antiguas haciendas y campos
agrícolas.
El carretón de Turmero
En Turmero cuentan una leyenda fantasmal, con la cual
muchos todavía amenazan a los niños desobedientes y a personas que se
encuentran vagando sin camino. Durante las noches más oscuras, recorría las
principales calles de la ciudad el Carreton, que sonaba una perolera y luego se
alejaba hacia lugares desconocidos. El origen de Esta historia es de la época
colonial y fue provocada por tantas muertes que dejó la peste negra, llamada
Cólera Morbus o vomito negro, la cual se inició en Europa. Cuentan que era tal
la desolación que no había tiempo de cargar los cadáveres, por lo que se abrían
grandes fosas colectivas, allí eran arrojados por una carreta.
El
sonido de la carreta se fue grabando en las mentes de los habitantes. El ruido
de sus ruedas representaba a la muerte. Esto, naturalmente fue creando la
leyenda del carretón, del extraño sonido buscando los próximos a morir. El
carretón fantasma era una especie de carreta grande o carruaje en llamas,
tirado por cuatro briosos caballos que relinchan y corcovean aterradoramente.
Se decía que el carretero era el mismo diablo que se llevaba a los que vivían
en el pecado y la maldad. Se trata de un carruaje que aparece haciendo ruido
con los cascos de los caballos y las ruedas que arrastran largas cadenas y es
guiada por un cochero vestido de negro y ojos rojos que produce estridentes
gritos, la gente se asoma a verla desaparece, y su presencia es asociada a
acontecimientos trágicos que están por ocurrir, como por ejemplo la muerte de
alguna persona conocida. Volvemos a repetir, La carreta es tirada por un burro
y conducida por un cochero sin cabeza. Hace mucho tiempo que no se le ve por
dichos lugares pero el ruido que produce al pasar ya es característico de la
zona.
A mí me ocurrió, los que se perdían
en la Plaza Mariño
Se decía que en la Plaza
Mariño de Turmero había un encantamiento; cuentan que quien transitaba
solo o en compañía a horas de la noche por la Alameda, al pasar por el frente
de la Estatua de Santiago Mariño perdía la noción del tiempo y la orientación y
caía en un letargo profundo dando cientos de vueltas alrededor de un laberinto
insalvable, horas más tarde terminado el hechizo, y se encontraba en el mismo
punto de partida cansado, sudoroso,asustado o también podría ser que apareciera
en la Plaza Villacastin o en Pueblo Nuevo. Pienso que esto se debía a un exceso
etílico que tenía la persona. Aunque los turmereños viejos o no tan viejos respetan esta historia
porque casi todos la vivieron, cuando la narran lo hacen con cierto temor
El espanto o
fantasma de la casa de Mariaemilia.
Una noche de juegos, echadera de
broma y alegría de la Calle Mariño o Boulevard, le pedí a Mariaemilia, la
esposa de mi tío Francisco, quien solía sentarse en la entrada de la puerta de
la casa, a pesar de que mi casa estaba casi al lado por la premura me dejo
pasar. Entre por el zaguán, pase el jardín, salude a la Sra. de servicio e
inmediatamente entre al excusado. Después de vaciar la vejiga, me volví a
despedir y al llegar a la puerta le pregunte a Mariaemilia, que no conocía a
esa Sra., de servicio o trabajadora doméstica. Casi me regaño al decirme que
ella tenía mucha fuerza y voluntad para los quehaceres del hogar y que no tenía
a nadie trabajando en la casa. Yo me quede putrefacto y expectante porque
realmente salude a una Señora dos veces, es decir que en la casa de mi tío
Francisco salen los espantos o fantasmas.
Anécdotas sueltas
Las subidas de noche al Cerro el Picacho, el hartazón de Jobo
y los dolores de estómago de las matas de la Haciendita, el juego de metras y
el quiquirihuique, el juego de chapita, el caminar sobre las barandas del Boulevard
de la Calle Mariño, buscar las arepas donde Vicenta Emilia, las travesuras de
monaguillo con el Padre Moreno, las patinatas de madrugada en la Plaza Mariño
durante las misas de aguinaldo, los juegos de fusilado, la ere, el avión
Origen de las fuentes y
fotos
Tanto las fuentes o información las y fotos son recogidas en el propio sitio
donde ocurren los hechos, es un trabajo
de recopilación propio, de única autoría, prohibida su reproducción o
publicación sin el consentimiento del autor, en todo caso si lo hacen deben
hacer mención a la publicación
Editor fundador
Dr./Prof. Efrén Rodríguez
Martínez, Correo: efrenaugusto@gmail.com,
Tuist: @efrenaugusto, Instagram:@EfrenAugustoRodriguezMartinez
Ejemplo de cómo citar
los trabajos
Rodríguez, Efrén (2021).Hechos, denuncias y realidades (I
Parte) En: E. Rodríguez Blogs: https://turmeroparasiempre.blogspot.com/,
Turmero, Estado Aragua (Venezuela): Edición Propia. Disponible en:
https://turmeroparasiempre.blogspot.com/
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