Crónica Sobre La infancia y Casa Materna de Trina Romero Gloria Deportiva de Turmero - Aragua
Elab: Por Hilda Palencia
Fecha: 19-07-2019.
Toda esta historia dio inicio en los albores de los años 1900, para ese entonces, los abuelos conformaban con sus hermanos y otros familiares una sociedad comunal que hacían vida en los terrenos, dónde se encontraban el fundo o antigua hacienda “El Níspero” y dentro de esta, la propiedad pecuaria denominada el calvario, con linderos hacia el occidente de la propiedad agrícola de los hermanos de la tía abuela María Romero de Saavedra. En esta se compartían rasgos comuneros del acueducto, de las posesiones de las quinta San Pablo y El Carmen, Divididas entre callejones de servidumbres, vías exclusivas de los propietarios.
“El Fundo el Calvario”, Perteneció al agricultor Gustavo Aníbal Pérez, y esta fue heredada de su tía Abuela María Romero Saavedra.
La misma comenzaba desde la falda o pie del cerro el Calvario, en la actualidad el Picacho, pasando por los terrenos del hoy ambulatorio de Turmero y dónde se encuentran construidos actualmente los edificios de residencias La Montaña acompañados por cerros aledaños.
…Le comentaba el papá, Isidro Antonio Romero Pérez, (fallecido 02-07-1985) que la casa donde vivieron sus padres Rafael Gustavo Romero Saavedra (Fallecido 20-03-1954) y Josefina Nieto de Romero (Fallecida 09-12-1975), se edificó para el 8 de julio de 1912, información se encuentra una talla o marca, hecha en una de las vigas de madera que soportan la estructura de la casa. “Dicha marca se puede apreciar en la actualidad” forjada al momento de la construcción.
Era una casa cuyas características fueron: de bloques de abobe, con material extraído del mismo terreno, con piso de arcilla pisoneada y luego con el tiempo pasó a ser de cemento, techo de caña amarga y tejas cocidas, paredes altas y las bases armadas con vigas de madera del árbol de teca, con un corredor que servía de patio central y juegos, 3 habitaciones, pequeñas, dividida entre cuartos y sala comedor, en la parte posterior de la casa una cocina, con un fogón hecho de adobes, y un budare redondo de cemento que se alimentaba con leña, dónde se preparaban las arepas de maíz pilado más ricas que se habían comido. Todo esto estaba construida en un área de 120 mts2.
De esta casa en la actualidad, solo quedan sus paredes altas erguidas, cómo recordatorio del paso del tiempo teniendo 107 años de edad en construcción de los cuales tenemos conocimientos, según los documentos notariados emitidos en el año 1930.
Casa en la Actualidad, Julio año 2019.
…Continuaba el relato del papá Isidro…
Este comentó que en aquella época esos terrenos eran de cultivos, calculados en tablones de los pequeños cultivadores (comuneros) que producían: maíz, plátanos, caña de azúcar, café, acompañado de la cría de ganado vacuno.
Con el pasar del tiempo el papá Isidro sintió y vivió con mucha tristeza y pesar, que aquel Turmero rural había desaparecido, las tierras agrícolas fueron mermadas e invadidas, y todo herido su medio ambiente.
Entusiasmados con el relato del papá, uno de los hermanos el más pequeño pregunto, ¿por qué le habían colocado el nombre “El Calvario” al fundo? Y el papá respondió con voz complaciente, que fue en honor a la gesta histórica ocurrida en la zona y una pequeña capilla que se encontraba en el cerro.
“De la cual pasaron muchos años y cuando ya no existía en esta tierra la presencia física de aquellos personajes de la epopeya libertadora, en aquel lugar citado, bajo un frondoso y espectacular árbol nacido según se cuenta la leyenda, de las estacas sembradas en cruz en aquel entonces por Isabel Ravelo, fue construida una capilla bautizada como la Virgen del Carmen y nació así el llamado “Cerro el Calvario” cuya, capilla que al paso de los años fue abandonada y derribada. En su lugar y aprovechando sus paredes y materiales el gobierno de turno el de Juan Vicente Gómez, -1932, construyó una casa cómo sala de máquinas para un enorme tanque que por años estuvo abasteciendo de agua al pueblo de Turmero.”
La Caja o Casa de Agua, en el cerro El Calvario de Turmero
Para el año 1958, La mamá los llevaba, para el lavandero o bateas, este era un terreno, dónde se había levantado una estructura tipo caney alargado, en bloques de cemento y techo de láminas de Zinc, esto era la entrada del modernismo. Ya que en sus inicios los mismos lavanderos se hacían a cielo abierto para aprovechar la brisa soleada que brindaba el sector, se comentó que tenían aproximadamente 20 bateas, distribuidas en 2 hileras de 10 bateas en cada lado.
Ellos pasaban ratos muy divertidos, correteando por aquel lugar con los demás niños vecinos. Además ese lugar emblemático cumplía con otras actividades sociales culturales, que era un sitio de conversación obligada, dónde se ventilaban y comentaban las noticias más relevantes ocurridas en las inmediaciones de la zona.
. Lavanderos de Turmero siglo XX
Para los que no la conocieron esas construcciones permanecieron en pie y de utilidad pública hasta la década de los 67, la misma fue destruida para dar pasa al progreso y es donde se encuentran levantadas las estructuras de los edificios Residencias Costa del Sol.
Pero cómo todo no era tristeza, para el 1909… El papá Isidro esperaba la llegada de los domingos, para llevar a los niños a la iglesia y luego en la tarde poder disfrutar de las melodías impartidas por los músicos y miembros de la llamada “Banda 5 de Julio” retretas, que en su momento eran los más exitosos, dirigida por Don Amador Guzmán, organizador y director de la banda ya esté tenia trayectoria en el área musical y cuando participo en la Orquesta Cívica (año 1890); luego cedió los derechos por motivos de salud a otro músico sobresaliente Joaquín Olmos, el cual se consolida cómo banda oficial decretada por el Concejo Municipal del Distrito Mariño, bajo ciertas condiciones en las cuales se deberían tocar.
Entre ellas serían: todos los domingos, días feriados y actos conmemorativos a fiestas religiosas del pueblo, en un horario de 8:00 pm a 12:00 m.
¡Entonces se produce el cambio de época! de la vida rural a la urbana, tan suntuosa e insegura, llena de bullicios ensordecedores con calles desbordantes de gente y obstáculos, el cual nos aturde.
En la memoria... de Trina
…Ver la casa fabricada con adobes cocidos, de paredes altas, de techos de caña amarga, tejas y con las vigas que la sustentan de madera del árbol de teca. “Es una invitación al pasado y reconocimiento al futuro de esté mi apacible pueblo de Turmero.”
El amor por la casa lo llevo en mis venas, hacen nidos los recuerdos de la familia que son muy poderosos, los abuelos, padres y hermanos, todos aquellos que le rodearon dando tanto cariño.
Nunca se olvidaran aquellos consejos: la mamá, viniendo de una familia humilde, le insistió siempre en los modales, haciendo mucho hincapié; Lo primero es la obediencia, es decir, respetar las leyes, incluyendo las de Dios, la familia y del hombre. No te baste con solo cumplir con el deber o la obligación, debes tener iniciativa propia, siempre lo que empiezas lo debes terminar y terminarlo bien hecho.
El respeto a los mayores, inculcado por el papá, un fiel heredero de uno de los próceres de la independencia, le invitó a la práctica de la responsabilidad que debía tener cuando tuviera una familia.
Recordé mucho las correrías por los caminos empolvados que conocía como las palmas de mis manos. ¿Cuantas veces subí y continúo subiendo el cerro El Picacho?, llamado Boca de la Tarazca en su tiempo de otrora, y cerro El Calvario. Desde su cúspide contemplaba a lo lejos aquellos Valles de Turmero que se perdían en el firmamento y cuando el cielo se encuentra despejado poder ver los picos de los morros de San Juan, los espejos de agua que forman la laguna de Taguaigua, parte de Cagua y el lago de Tacarigua que me inspiraban a soñar.
Esta motivación me inspiró con apoyo de mi esposo y unos amigos cercanos la creación de la organización: Asociación Civil Comunitaria Amigos Del Picacho, ubicada en la calle negro primero N° 2-A, donde nací y fui criada en la Ciudad de Turmero, Municipio Santiago Mariño. Edo Aragua
Mensualmente realizamos una caminata ecológica recreativa familiar con la finalidad de incentivar la unión entre las familias y amigos dando a conocer otras regiones y organizaciones de caminantes.
En el mes de noviembre de cada año, realizamos una caminata ecológica al Cerro el Picacho, con el fin de integrar a las comunidades aledañas a nuestro Municipio y otros estados. Con el aporte de los caminantes, en ese mismo mes hacemos una donación al Instituto de Educación especial Turmero y al Colegio La Guaraguta, colegio insigne de la comunidad agraria en la Guzmán.
¿Cuantas veces nos escapábamos mis hermanos y yo, para ir al río Turmero a bañarnos en sus pozos de aguas cristalinas?, hasta en las acequias del pueblo donde recogíamos pecesitos. ¡Qué tiempos aquellos como disfrutábamos de aquel bullicio en pleno patio!
En el pensamiento más profundo, la conciencia dice… que la mejor manera de conocer el lugar dónde vives, es por medio de las anécdotas orales contadas por algunos de sus protagonistas o sobrevivientes. Así es cómo puedes comprender lo que ha sucedido a tu alrededor. Profundizando en las nuevas formas de ofrecer el conocimiento de noveles narradores urbanos que exponen la historia vívida y redacción en nuevas narrativa.